La higiene del oído es fundamental para mantener una correcta salud aditiva. Sin embargo, muchas personas no tienen claro cómo deben realizar la limpieza de sus oídos. Nuestro sistema auditivo necesita unos cuidados adecuados para su correcto funcionamiento, entre ellos la higiene. Si esta no se realiza de forma correcta se pueden llegar incluso a producir daños en el oído. Te dejamos unos consejos para que conozcas cómo cuidar y limpiar tus oídos de forma segura.
- El cerumen se elimina de forma natural y tiene una función esencial para nuestra salud auditiva. Aunque no nos resulte agradable, no debemos eliminar la cera ya que es fundamental para proteger nuestros oídos de la entrada de patógenos y de partículas extrañas como polvo y suciedad que pueden dañarlos.
- Olvídate de los bastoncillos para los oídos. Aunque es una práctica muy habitual, el uso de bastoncillos no está recomendado para la limpieza de los oídos. Al usarlos lo que pretendemos es retirar la cera, sin embargo lo que realmente hacemos es compactar y empujar el cerumen hacia el fondo del oído externo, lo que puede dañar el interior del mismo. Además la cera puede contener bacterias del exterior con lo que aumentamos el riesgo de infección. De hecho, si os fijáis en el etiquetado del envase indica “no introducir en el canal auditivo”, así que si el propio fabricante nos advierte de ello ¿por qué no vamos a seguir sus indicaciones?
- No utilizar ningún objeto punzante para limpiar los oídos. Como hemos dicho anteriormente la cera se elimina de forma natural y es mejor dejar que se retire por sí sola que eliminarla nosotros y por supuesto nunca debemos hacerlo con bastoncillos u objetos punzantes que puedan producir heridas o perforaciones.
Entonces, ¿Cómo se deben limpiar los oídos?
- Limpia tus oídos durante la ducha o el baño. Simplemente al lavarnos la cabeza con el agua que entra al aclararnos el pelo es suficiente para su limpieza. También podemos dejar que el agua entre en los oídos un par de minutos manteniendo la cabeza inclinada. Posteriormente erguir la cabeza para que el agua salga.
- No debemos limpiar los oídos todos los días, con hacerlo en días alternos es suficiente.
- Para secar los oídos después de la ducha, únicamente es necesario pasar una toalla o gasa por la oreja sin apretar demasiado en la zona del pabellón auditivo. Si eres usuario de audífonos el secado es fundamental ya que la humedad puede dañar el sistema del audífono.
Además de seguir estos consejos para el cuidado y limpieza para mantener nuestros oídos en buenas condiciones es fundamental realizar revisiones periódicas en tu Centro Auditivo de confianza, especialmente a partir de los 50 años.